Sumo en Tokyo

Una de las opciones más interesantes, a nuestro modo de ver, cuando visitas Tokyo y dispones de los días suficientes, es poder acudir a un dojo de entrenamiento de Sumo.

Jamás se nos había ocurrido pensar que podria ser posible verlo, más que nada porque siempre que hemos ido a Japón ha sido en verano cuando la temporada de sumo ha finalizado. Por lo que cuando nuestro amigo japones nos propuso esa idea, sin pensarlo nos lanzamos adelante. El inconveniente: Hay que madrugar un poco y hay que estarse completamente en silencio y sin moverse durante todo el evento. Y esto ultimo te lo remarcan constantemente!, la concentración que piden los luchadores implica un silencio absoluto lo que le da una sensación aun más impactante si cabe.

En los alrededores del estadio nacional de sumo de Tokyo en el barrio de Ryogoku, se acumulan una serie de escuelas de sumo. Es posible, por tanto, visitar gratuitamente el entrenamiento que los luchadores de sumo realizan a primera hora de la mañana.
Si de manera previa no conoceis ningun sitio, no pasa nada es posible ir bien pronto por la mañana por los alrededores del barrio y si dais una pequeña vuelta, podreis escuchar los gritos y golpes que hacen los luchadores mientras luchan, por lo que localizar un dojo no se antoja nada dificil. De todas formas seguramente en el hotel donde os alojeis os puedan dar mas información o incluso localizaros algun dojo.
El protocolo una vez que localizais el dojo es bien facil, os acercais a la entrada e inmediatamente uno de los responsables del mismo se acercará, si amablemente le pedis si podeis verlo os dejara entrar, os colocará en un sitio y os pedirá que mantengais silencio durante toda la velada.
El espectáculo que podreis admirar a partir de ese momento, merecerá el esfuerzo del madrugon y el paseo en busca del dojo. En nuestros 3 viajes a lo largo de Japon, creeemos firmemente que esta experiencia se encuentra entre las 5 primeras casi con total seguridad.
Estar delante de 20 tios que pesan mas de 100 kilos, con unos muslos de acero para los barcos, dandose de mamporros a menos de 1 metro de tu cara, os aseguro que no tiene precio.
Por otra parte todo el ritual que rodea al sumo, con el misticismo y el sintoismo inbuido en cada uno de los movimientos, asi como en las propias reglas del dojo, hacen de esta experiencia una inmersion profunda en lo más hondo de la cultura japonesa.
Pensamos realizar un monográfico con lo más granado fotográficamente hablando de lo que supuso para nosotros la visita a un dojo de sumo, pero como aperitivo os dejamos este increible video grabado por nosotros durante esa increible mañana de Agosto:

Así como estas fotos:









Esperamos que os guste.....